En las páginas de este Diario, distintas autoridades, académicos y expertos analizaron el domingo las dos décadas de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad. Todas las opiniones parecen coincidir en que hay escasos avances que celebrar, muchos desafíos por delante y que todos los caminos conducen a la búsqueda de entendimientos y colaboración para impulsar este proyecto. Cuando los diagnósticos son ampliamente aceptados, se vuelve necesario que las propuestas para encauzar a Valparaíso hacia un futuro más próspero incluyan distintas miradas, especialmente de quienes habitan la ciudad. Hay voluntad, líderes y muchos actores que estamos dispuestos a dar lo mejor de sí para conservar la calidad de ciudad patrimonial, un título que llena de orgullo no solo a Valparaíso, sino a todo el país.
Publicada el 05 de julio en El Mercurio de Valparaíso